Re - Reseña: Frankenstein o el moderno Prometeo - Mary Wollstonecraft Shelley

Frankenstein o el moderno Prometeo es una novela escrita por Mary Wollstonecraft Shelley en 1818 que se ha convertido no solo en un clásico de la literatura universal sino también en un icono de la cultura moderna debido a sus múltiples adaptaciones a la gran y pequeña pantalla, y, como todo obra universalmente conocida y adaptada su verdadera imagen se ha perdido un poco en el mito que se ha creado de ella. El cine nos ha proporcionado una criatura que sin raciocinio que persigue incansablemente al hombre que la que creo pero existen facetas más profundas que dentro de esta historia de terror escrita por la que es considerada por muchos y muchas como la madre de la ciencia ficción, un género que a pesar de su gran variedad de exponentes femeninos siempre ha sido visto como masculino.

Aunque la novela se puede disfrutar sin ningún tipo de contexto sobre la autora me parece interesante indicar algunos aspectos de la vida de Mary Wollstonecraft Shelley. Sus padres fueron los escritores y filósofos Mary Wollstonecraft y William Godwin, y como se puede observar por el uso de su apellido (algo muy poco común ya que las mujeres en la sociedad anglosajona del siglo XIX ni siquiera solían conservar el apellido del padre sino que los sustituyen por el del marid) Mary Wollstonecraft Shelley admiraba mucho a su madre, a pesar, de no haberla conocido ya que murió poco días después de ésta naciera.La muerte sería un constante en la la vida de la autora. Al fallecimiento de la madre, dejándole una huella a tan temprana edad, se le sumó la de su primer hijo con su entonces amante Percy Shelley muerto poco después de nacer en 1815. El año siguiente se conoció como “el año sin verano” debido a una serie de anomalías climáticas que causaron la disminución de la temperatura a nivel mundial lo que obligó a Mary W. Shelley al permanecer encerrada (la Historia, sin dudas, siempre se acaba repitiendo) junto con los también escritores Lord Byron y John William Polidori. Pasaban las tardes hablando sobre los últimos descubrimientos científicos que decían poder reanimar los cadáveres. Esto le dió una idea a Lord Byron quien retó a sus colegas a escribir historias de miedo basadas en estas noticias lo que fue el fruto que daría lugar a Frankenstein, inspirada por las muertes anteriormente mencionadas.

Pero a pesar de que esta primera versión de su obra fue muy popular Mary W. Shelley la modificó años después (en 1931) haciendo que Victor Frankenstein tuviera menos control sobre los experimentos que llevan a la creación de su criatura, quizás reflejando el propio sentimiento de descontrol de Shelley por, como he mencionado, haber estado rodeada por la muerte: a su madre y a su primer hijo lo siguieron el suicidio de la esposa embarazada de Percy, la pérdida a sus dos hijos pequeños y por último, el fallecimiento del propio Percy Shelley.

Adentrándonos en el contenido del libro Frankenstein tiene tres narradores: El Capitán Robert Walton quién cuenta la trama a su hermana por carta desde el momento en que se encuentra con Víctor Frankenstein y, la propia criatura. Frankenstein (que es quién tiene la mayor parte de la historia aunque no la más interesante) relata su vida, empezando por su familia, su amada prima Elizabeth y su mejor amigo Henry Clerval (no, no es Igor. A mi también me decepcionó este descubrimiento.) y cómo decide irse a estudiar a la universidad. Allí Víctor empieza a interesarse en cómo llegar a crear vida más por simple curiosidad que por tener dejes de científico loco como muchas adaptaciones lo representan. Víctor consigue crear, casi por azar, una criatura de aspecto amarillento a la cual abandona a su suerte nada más ser “nacer” (de ahí lo interesante que resulta la historia de la autora). Y aquí es lo que suele fallar en las adaptaciones y en la cultura general: la criatura es en realidad el personaje más complejo de la historia. La criatura (que no llega a ser nombrada en ningún momento) tiene la capacidad intelectual y emocional de un humano, por tanto, no nace siendo un ser horrible. Mary Wollstonecraft Shelley es pionera en realizar estas preguntas.¿Quién es realmente el monstruo? o ¿como se crea un monstruo?. Al principio de la novela la criatura es un espíritu inocente que odia el simple pensamiento de hacer daño a otro ser (incluyendo a animales) y su único desea es ser amado y aceptado por las personas de su alrededor pero es el monstruoso trato que recibe de los humanos lo que le convierte en el ser quasi- mitológico de las películas de terror.

Con esto no quiero justificar, ni mucho menos, las maldades que comete la criatura, él sigue siendo un monstruo, un monstruo forjado por otro monstruo pero, al fin y al cabo, uno. Lo que pretendo exponer, y es la intención que tenía la autora con la obra, es que la forma en que tratamos individualmente y como sociedad a otras personas, sobre todo a aquellas personas a las que se considera diferentes, es lo que después moldea su personalidad y las acciones que pueden llegar a cometer.

La pluma de Wollstonecraft Shelley es, sin duda, lo que hace que todos los temas sean tan fácilmente procesados por los y las lectoras haciendo que sea un libro que se pueda leer como una simple historia de miedo o como algo más gracias a la prosa ágil de la autora y a su gran capacidad para poder sentir simpatía por los monstruos que se encuentran dentro del libro.

Veredicto: ¡A disfrutarlo!